miércoles, 6 de enero de 2016

Adicto endeudado mejor al otro lado

Uno de mis vecinos que me limitaré a nombrarlo "Beto" (obviamente este es un seudónimo para respetar la identidad de la persona) se fue hace poco a la ciudad en la que nació, Los Angeles, curiosamente no creció ahí, esto solamente es una prueba para que sepas que tan "zumbado" está este Beto al decir: "ya me voy a mi ciudad".


Beto era el típico chico con la fisionomía de un nerd, está un tanto cabezón, delgado, con acné, incluso tiene granos en el pecho, el cabello un tanto extraño, entre seco y enmarañado, pero además siempre ha tenido los labios partidos, suelta mucha saliva para hablar, aunque sus intereses era ser un chico cool, y últimamente vestía como wanna be fan metal core.

Algo que me atrevo a decir es que creció sin supervisión, su madre lo tuvo ya mayor, siendo el último hijo de siete hermanos. Los últimos dos hermanos eran de otro papá, pero la madre soltera siempre estuvo al pendiente de ellos, al menos, hasta la adolescencia que salía sin avisar a donde iba, técnicamente creció en la calle.

No me imagino que hubiera pasado sí a él le hubiera tocado el barrio en el que crecí donde había drogas en cada esquina y las narco tienditas estaban bien identificadas, además de la buena dotación de peleas callejeras entre cholos de pandillas, pero de repente se fueron, algunos se reformaron, otros a la cárcel y en el peor de los casos algunos se murieron.

Pero bueno, regresando a esta historia de Beto, comenzó a crear interés por la guitarra y como su buen vecino Maldad ya era un lobo experimentado pues recurría a mi de vez en cuando para pedirme cosas prestadas, pero hasta eso que las regresaba de inmediato. De vez en cuando lo llevaba a alguna presentación de mi grupo o bien, a una reunión de amigos y después, como es muy natural, comenzó a salir con gente de su edad.

Creo que ese fue el momento en que vino la perdición, desde que comenzó a interactuar mucho durante vacaciones con uno de sus primos de Los Angeles llamado Dany, un aficionado al punk rock, adicto a la heroína que entraba y salía de centros de rehabilitación.



A Beto lo miraba muy poco, de vez en cuando en la calle cuando iba o venía de cierto lugar y solamente lo saludaba de lejos y el chisme entre todos era que andaba en drogas por mostrar comportamiento extraño, eso fue hace como un año y medio, hasta que lo mandaron a centro de rehabilitación por abuso de sustancias ilegales.

Somos muchos los que consumimos drogas ilegales en nuestra adolescencia, es decir, a los 15, 16 o 17 años, esa es la edad promedio del consumo de drogas ilegales, pero siempre pasa que en tu círculo de amigos consumidores de 19 años haya alguien que se quedó enganchado y se le sale de control el consumo de mariguana, tachas y/o otros enervantes, manifestándose en problemas en su casa.


Amigos en común me decían que estaba incontrolable, sumamente irresponsable, él entró a un grupo musical y que en los ensayos a mitad de interpretar alguna canción dejaba su guitarra y se ponía a fumar mariguana, total falta de respeto a sus compañeros de banda y a la casa en la que se encontraba.

El hermano mayor de Beto me pidió que hablara con él, porque según él a mi sí me podía escuchar, hablé con él y le di por su lado porque su argumento no era tan malo, pero sí estaba en parte errado en por falta de empatía a sus hermanos.

A veces venía a mi casa para hacer uso de mi computadora con el fin de hacer alguna tarea para la escuela pero a horas en que tenía que dormir, lo peor es que sus "tareas" eran checar el Facebook, no entendía indirectas de mi madre para echarlo de mi cuarto cuando yo no estaba, hasta parecía un tanto autista por no decir que hacía pendejo.


Bueno, Beto se puso cada vez más extraño hasta que comenzó a responder feo a su hermana mayor y a su madre por estas razones, esta última tomó una medida desesperada, lo internaron en un hospital psiquiátrico por su comportamiento tan violento. 

Estuvo un tiempo ahí y salió con buena actitud hasta que tuvo una recaída en su comportamiento y en drogas, por ello lo mandaron lejos, al famoso Guerrero Negro, un centro de rehabilitación de adictos, le llegué a escribir una vez para darle ánimo.

Pasaron los meses y Beto regresó, mencionó que estuvo trabajando en la cocina, entrenado boxeo y de hecho se encontró a otro conocido/amigo allá, a Josué, que incluso este llegó a vender drogas, pero lo mandaron para allá porque comenzaron a desaparecer objetos en la casa y dinero, de hecho le presté Pulp Fiction en vhs y el dvd de La  Última Tentación De Cristo y nunca me regresó nada.

Dejando a un lado lo anterior y regresando a donde nos quedamos con Beto, él venía con una nueva actitud de superación, listo para todo, perdió un semestre de la universidad ya que estuvo internado pero decidió revalidar materias en la universidad  de California en Estados Unidos, sobre todo porque calificaba como estudiante de escasos recursos y le pagarían por estudiar, lamentablemente, vino la primera señal de fallas e inmadurez.

Gastó el dinero en puras pendejadas, es decir, sabemos que cuando te llega un dinero por trabajar o por una beca hay prioridades indispensables que son el sustento y transporte, pero como estaba en casa con su hermana mayor, le pareció bien gastarlo en reparar su amplificador de 100 watts y luego en comprar un half stack (gabinete de cuatro bocinas para guitarra), en tatuajes, hasta en un perro de raza que por la noches no paraba de llorar, y por si fuera poco, lentamente fue abusando del uso de mariguana, así es, tuvo una recaída.


Me fastidiaba lo "conchudo" (abusador) que era Beto al pedirme mi amplificador Fender de 20 watts, le decía que se lo prestaba por uno o dos días y se lo quedaba por una semana o dos, así es, hasta que yo fuera por él, situación que me fastidiaba, en una ocasión duró con ese amplificador un poco más del mes.

Pues bien, antes de que gastara su dinero en tonterías llegamos a un trato de venderle mi amplificador por 1000 pesos, cifra que el mismo sugirió y yo acepté. Un día cuando estaba emocionado porque reparó su cabeza Crate y tuvo el cinismo de venir a pedirme prestado mi gabinete de 4 x 10 bocinas Celestion, y le pregunté sobre los 1000 pesos y me dijo "solo traigo 40 dólares" y pues sí, los tomé como pago pero pedí como condición que me trajera el gabinete al día siguiente.

Fue por él un viernes en la noche, el domingo fui yo por él, como era de esperarse no estaba en su casa pero su cuñado me abrió y me dio acceso a llevarme lo que es mío, hasta me ayudo a cargarlo hasta mi casa. Después me lo encontraba en la calle y no decía nada.

Posteriormente pasamos a la etapa de ser Don Barriga y él Don Ramón, no porque este gordo y el sea un adicto, sino porque iba a cobrarle casi diario y solamente me daba largas, cosa que me encabronaba, inventaba cosas como "el viernes te tengo tu feria" o las peores eran "al rato voy a ir al banco, en la noche te llevo tu dinero",



Lo que no podía creer es que no tuviera para pagarme y hacía carne asada con los albañiles que estaban construyendo a un lado de su casa.

En mi desesperación pensé en quitarle el amplificador y regresarselo hasta que me pagara pero oh sorpresa, el conchudo me dijo que lo dejó en otra parte porque ya lo había vendido en 800 pesos pero que aún no le pagaban. Le pregunté con un tono de sorprendido y de incredulidad: ¿vendiste un amplificador que ni siquiera has terminado de pagar? y con cierta risa nerviosa contestó "si" y lo único que podía pensar era "andas cagando fuera del hoyo, andas valiendo verga otra vez".

Una tarde a los días transcurridos, el cuñado de Beto platicó conmigo de que Beto había dejado su vídeo juego de Zelda en la casa de un amigo y no lo encontraba, total que le perdió el juego, cosa que le hizo rabiar, pero por si eso fuera poco, me hizo comentarios de no soportar a Beto y su falta de sentido común, es decir, su esposa (la hermana de Beto) está embarazada y este comenzó a fumar mariguana dentro de su casa, a pesar de lo delicado de la situación, no le importaba fumar en frente de su casa y dejaba la manzana con residuos de mariguana en la en la puerta principal, ¿así o más indiscreto? Por eso digo que no tiene sentido común.


El cuñado de Beto le prestó a este su auto y se perdió por dos días, lo curioso es que dice que iba con su novia, sí claro, ninguno le conocemos a nadie, incluso aseguramos que sigue siendo virgen, cosa que no tiene nada de malo pero ¿para que miente? Lo que suponemos es que se fue a una casa de drogas.

Pasaron varios días y seguía cobrándole, tocando la ventana de su habitación, dejando mensajes en su muro de Facebook y por inbox, hasta que un día, tuvo la decencia que terminó en descaro de responderme un mensaje vía inbox diciéndome que ocupaba dinero y que fuera por el amplificador y le regresara los 40 dólares cuando pudiera, a lo que respondí "¿y todavía tengo que ir yo por él?", lo peor es que pensé en cobrarme esos 40 dólares por todas las veces que se queda con él tiempo de más, pero pensé "ok, le voy a pagar 1 dólar diario o 5 dólares cada quincena".



Pero oh sorpresa, pasó un semana y quien gastara el dinero en carne asadas y mariguana, estaba echando carne al asador y me dijo que siempre si iba querer el amplificador porque su cerebro se jodió, que lo disculpara, porque estaba pasando por cosas difíciles, y pensé ¿cómo cuales? ¿ser un irresponsable sin palabra, adicto y que ni siquiera trabaja ni estudia? Pero bueno, me alegré un poco pero sabía que iba estar correteando el pago de nuevo.

En esa ocasión me dio un paquete de un disco de Kiss, es decir, era la pura caja de cartón, sin el disco y le dije "¿para que lo quiero si no tiene el disco?" y el insistió, me lo llevé y lo tiré, no quería saber de donde lo había sacado, además estaba muy maltratada la imagen.

Total, que yo le dije que fuera mas discreto cuando fumara mota, diciendo cosas como "ves que acabas de salir del centro y empiezas a quemar mota" y que llegaban los tufos de la hierba hasta mi casa (esto sí era cierto) y que utilizara su sentido común, que no fuera tan descarado, que fuera más discreto, lo gracioso fue lo que respondió "yo ya hablé con mi ama y no hay pedo", a lo que me reí un poco y me pregunté "¿no hay pedo que fumes mota dentro de una casa donde está una mujer embarazada? Éxito".

Terminamos de platicar y me regresé a mi casa, dejé pasar una semana, sin cobrarle ni nada, hasta que dije hoy iré de vuelta y para variar no se encontraba el vago de Beto, pero estaba su hermano mayor y le dije "aah, ¿no está? Es que me debe dinero y pues venía por el amplificador en caso de que no me pagara" y total que me autorizó a entrar a su cuarto por lo mio.

Yo esperaba que fuera ese mismo a reclamarme el amplificador pero nada, no daba señales de vida el tal Beto, hasta que de repente publica en Facebook que se había ido a "su ciudad", Los Angeles, ciudad en la que nació pero no creció, ahí comenzamos mal.


A los días publicó un estado en que decía que no le mandaran inbox, que ya no respondía comentarios de nada, que ya no esta en la ciudad y que quiere comenzar de nuevo o algo así, se percibía un dejo de enojo y molestia contra todos, como sí todos nosotros tuvieramos la culpa de su estado actual.

Algo que me sorprendió fueron los comentarios de varios de sus amigos reclamando dinero, es decir, yo no era él único a quien le debía, incluso algunos lo insultaron como "pinche drogadicto", parece que quiso huir de sus deudas causadas por sus adicciones, es tan sencillo.

Luego publica cosas extrañas, un paseo en bicicleta por ejemplo y un estado que decía "acabo de conocer una productora en Hollywood y me pidió una colaboración tocando la guitarra", lo extraño es que no subió foto ni nada, solamente él en el bar con unos arrimados.



Y su publicación más insólita fue una donde informaba que iba entrar de a trabajar de detective privado, cosa que me hizo expresar un WTF?! y me hizo pensar en que andaba utilizando drogas más agresivas o algo no andaba bien. Y a los días oh sorpresa, lo internan de nuevo a un centro de rehabilitación.


Lo que no podía creer es que quisiera según él, empezar de nuevo, y se metió en la casa donde vivió un primo adicto que murió de sobredosis de heroína, falleció en la madrugada de un primero de enero hace unos años en el propio cuarto de Beto y tal parece que eso ni siquiera le sirvió de advertencia para no avanzar por la senda torcida y destructiva. En una ocasión le hice referencia a su primo al hacerle la pregunta retórica de "¿quieres terminar como el Dany?".

Hasta el momento no sé que pasó con él, pero algunos que le han conocido me han dicho que siempre les ha dado la impresión de ser un tanto extraño, entre inseguro y raro. Y bueno, esa es la historia de mi vecino Beto que de nuevo se encuentra luchando contra su adicción a los enervantes, la lección de esta historia es: never trust a junkie. (nunca confíes en un tecato)

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1 comentario:

  1. Que mala onda, si ese tipo de personas quiere autodestruirse que lo haga, pero siempre terminan afectando a un par, y digo no tengo nada en contra de los drogadictos pero hay gente demasiado inmadura no importa la edad...

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