La primera ramera de México, Angélica Rivera, parece que no aprendió nada con el escándalo de la casa blanca, por ello parece no importarle sus "haters" (todos los mexicanos conscientes) que ahora fue captada en un restaurante en Italia con una sonrisa cínica.
Mientras el dólar sube y el peso baja, el Chapo se escapa, el ejército mata niños, la esposa del presidente pelele de México, Enrique Peña Nieto, contonea su herramienta de trabajo en Italia.
Hay que recordar que fueron a un evento oficial a Francia, donde el gobierno francés le entregó la gran medalla de la Sorbona, así es, estúpido gobierno francés, mientras que nos quitan nuestros derechos a la salud pública.
Quien sabe si Angélica se quedó en Europa para descansar de su esposo, ya que desde la visita de los príncipes de España le hizo desaires y también en Francia, ¿ya se cansó del arreglo con el mandatario o ya no se le para?
La duda que me invade es ¿le quedó dinero después de invertir lo ganado en su carrera para estos paseos o lo está haciendo con recursos públicos conseguidos por su marido? Rivera necesita un día de pobre para tener un poquito de vergüenza.
Fuente: Proceso
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