Ayer fui por primera vez a la tienda Liverpool, siendo la sucursal 96 es la primera en Mexicali, Baja California y fue inaugurada el 31 de Octubre del 2013 y con casi con un mes de distancia puse pie en la tienda departamental. Mi experiencia en Liverpool es lo que podemos llamar "cosecha de decepciones". Desde la fotografía de un gran número de personas subiendo por una escalera eléctrica y comenté de manera sarcástica: "¿no tienen escaleras tradicionales? Entonces no voy".
A primera vista el estacionamiento es un tanto confuso, porque ni siquiera es grande y cuenta con secciones de letras y números, lo cual es ridículo, es decir, no es un estacionamiento de la magnitud de Disneylandia lo cual indica que ofende la inteligencia de los mexicalenses o bien, podríamos decir de los consumidores, porque solamente un idiota podría comprar ahí.
Cuando me voy acercando al lugar me di cuenta que habían más curiosos que potenciales consumidores. Al entrar por la puerta automática no lo podía creer, esta tienda carecía de escaleras comunes y corrientes, solamente eléctricas, mi comentario sarcástico se hizo realidad, aunque al ya estar ahí decidí entrar a conocer. Al estar recorriendo los pasillos solamente pensaba que Liverpool podría ser Yeyos, de la película Crimen Ferpecto.
Dando mi tour, comencé a curiosear entre la ropa y al ver los precios comprendí el meme del chico negro que huye del precio de un pantalón. Todo está carísimo, ¿2500 putos pesos por un pantalón? ¿2300 pesos por un chaleco que en Sam Ellis de Calexico está a 80 dólares? ¿800 pesos por una cartera Calvin Klein cuando en la peletería de enfrente está a 100 pesos? ¿110 pesos por la película de La Sociedad De Los Poetas Muertos cuando en Blockbuster está entre 70 y 90 pesos? ¿5500 pesos por una guitarra Ibanez cuando en Musicians Friend cuesta 2500? Desean verle la cara de pendejos a los mexicalenses.
Uno podría decir que esos son los precios debido a que se trata de cosas de marca, cosas un tanto finas, nada alejado de la realidad pero al final de cuentas el consumidor inteligente le interesa durabilidad más que una etiqueta, por eso siempre se han vendido tan bien los pantalones de mezclilla, ni siquiera los Levis cuestan tanto y duran mucho tiempo.
En mi recorrido de decepciones me percate de que en la sección de librería solamente contaban con Best Sellers de los malos. En el área de perfumería me estaba mareando y los empleados me miraban como sí me fuera a robar algo, cerdos clasistas, podría ser por mi cara de pocos amigos aunque también pudo haber sido porque no iba vestido como la gente bonita de Mexicali, es decir, llevaba mis tenis Nike negros (como de negro), mis pantalones cargo camuflajeados grises y una sudadera negra lisa, un tanto sospechoso aunque lo cierto es que esas chavas de perfumería no cuentan con el porte sensual de las de Sears.
Mientras estaba en la sección de caballeros, alcance a escuchar (a pesar de que tenía audifonos) de que los empleos se estaban "echando la bolita" para acercarse a mi, no sé si no se querían acercar por miedo o porque sabían que no iba comprar nada, aunque lo cierto es que andaba buscando una billetera pero nada, cero atención al cliente, aunque el periódico La Crónica señaló: "con una atención personalizada y la garantía total del consumidor" lo cual es completamente falso.
Arribó un nuevo nido clasista a Mexicali llamado Liverpool, ¿pretenden que la gente de San Pedro vaya hasta allá? fallaron hasta en la ubicación, ¿como se atreven a poner un tienda departamental para clase media alta a un lado de la plaza La Cachanilla? O es más, ¿a una cuadra de El Tianguis Del Caballito? Dudo que deseen tener como clientes a gente que nos etiquetan de "nacos", sí me vieron hasta feo las empleadas, me sentí como en una escena de Amarte Duele.
Liverpool no pudo venir en peor momento a una ciudad fronteriza que la mayoría opta por comprar en Estados Unidos cosas como sistemas de entretenimiento, ropa y algunos otros artículos. Sin embargo, con la nueva ola de crisis, la alza del IVA y con la nueva política en la garita de reducción de 150 a 70 dólares de lo permitido para cruzar a México artículos comprados en Estados Unidos (aunque esto no aplica a residentes de ciudades fronterizas), desean obligarnos a comprar en tiendas como Liverpool donde cuentan con una alza de precios excesivamente abusiva. Pueden decir que es por tratarse de productos importados o ser cosas de marca, así es, cosas de marcas norteamericanas en su mayoría, entonces ¿cuál es la diferencia? Simplemente que los altos funcionarios tienen amiguitos que son empresarios voraces que desean ayudarlos.
Por ello se dice que desean obligarnos a comprar aquí en México, sobre todo por su sistema de crédito, podrás llevarte cualquier artículo que deseas pero lo más probable es que tengan tu alma por 2 años mientras saldas tu deuda, por algo estaban ofreciendo tarjetas de crédito Liverpool de manera gratuita. Lo interesante es que podría reafirmarse un nuevo fenómeno, él que la clase media baja vea como una fantasía realizable el comprar ropa de marca aunque tenga que pagarla durante meses, así que tengan cuidado amigos.
Algunos podrían preguntarse: Sí los precios son tan altos y abusivos ¿porque cuentan con 96 sucursales? La respuesta es sencilla, el sistema de crédito y porque la mayoría de estas tiendas se encuentran en el interior de la república. Un amigo de la ciudad de México que vino de intercambio estudiantil a Mexicali estaba emocionado porque compró una guitarra Fender a 2000 pesos y le dije que la pudo conseguir en Calexico a 150 dólares, pero me respondió que no tenía pasaporte y que en su ciudad natal podría conseguirla por 3000 pesos de segunda mano y 4500 pesos en alguna tienda departamental, así es, como Liverpool.
El pronóstico de muchos es que la tienda Liverpool va quebrar o no va durar mucho tiempo, a lo cual estoy de acuerdo hasta cierto punto, puesto que pienso que el consumidor atolondrado se pondrá los grilletes del crédito Liverpool pero mi pregunta es "¿cuanto tiempo tendrá esas cadenas?".
¿Liverpool parte de mi vida? No sí puedo evitarlo.