Recuerdo que en la película de
«El Bulto» dirigida por
Gabriel Retes (1991) hacían una clara diferencia del movimiento del 68 a ese presente y era claro su discurso gobernista cuando uno de los personajes dice
«Creo que Salinas a sido el mejor presidente desde Cárdenas» y para rematar otro personaje menciona que entre las problemáticas de ahora (es decir, de ese entonces) era la contaminación.
Esta cinta es una ventana para entender de manera evidente el contexto histórico de nuestro país, de hecho la
Ciudad de México se encontraba dentro de las más contaminadas a nivel mundial y fue cuando entró en vigor el programa no circula y una serie de tácticas verdes, pero además, hay que considerar que en el sexenio de
Carlos Salinas de Gortari fue cuando se consideraba que
México entraba a la modernidad (aunque debería decirse que entró a la
postmodernidad), con
políticas neoliberales como el tratado de libre comercio para la exportación de productos de México hacia Canadá y Estados Unidos.
Podemos decir que hubo una animosidad positiva un tanto temporal en el sexenio de Salinas y posterior de este hasta el momento del famoso error de diciembre, pero de lo que podemos estar conscientes es que hubo hasta cierto punto un crecimiento económico, el desarrollo fue un tanto deforme por aumentar drásticamente los niveles de desigualdad, mientras dejaban de lado el desarrollo sustentable a lo largo y ancho del pís pero no solamente eso, la percepción (porque eso fue) era un gran triunfo, pero efectivamente detectamos de inmediato el neoliberalismo como la década perdida (Thorpe, Aguilar, 2010) pero en el caso de México serían más de seis sexenios perdidos.
Ya sea porque el gobierno sigue apostando por ideas tan obsoletas como la dependencia de petróleos mexicanos por mera nostalgia nacionalista y también por implementar la tendencia neoliberal de la explotación indiscriminada de recursos por parte del sector privado extranjero, ambas posturas afectan de manera negativa, resultando al final de todo la explotación desmedida del suelo y tendencias empresariales caducas de hace más de 50 años, no hay un equilibrio.
Hemos visto con numerosos ejemplos y sobre todo por trabajos de distintos académicos que tanto los gobiernos neoliberales que se preocupan más por la avaricia de obtener ingresos llegan a violar los derechos del trabajador, incluso los derechos humanos y hay un sin fin de ejemplos, solamente piensa en los empleos que has tenido siendo clase media baja y en cuantos te han pagado horas extras o incluso cuando la pequeña o mediana empresa en la que trabajaste aparenta formalidad pero no contabas con seguro de salud o no se pagaban tus horas extras.
Por otro lado, no podemos culpar de todo a la empresa, algunas cuentan con políticas buenas en cuestiones ambientalistas o incluso de desarrollo sustentable pero dejan a un lado los derechos del trabajador, como en el ensayo anterior mencioné el caso de los jornaleros de
San Quintín, de las más de 300 empresas registradas, los jornaleros acusaron a 12 y entre ellas el Rancho Los Pinos encabezaba la lista con denuncias como jornadas de trabajo de 10 a 12 horas sin pago de horas extras, sin seguro social, sin hora de descanso, acoso sexual por parte de mayordomos a las trabajadoras mientras que el dueño del rancho presumía a los medios de contar con sistema de goteo y preocupación por el medio ambiente.
Ejemplo anterior derrumba la idea de que el simple hecho de implementar políticas de desarrollo sustentable se disminuyen las injusticias contra los trabajadores. Muchas veces, los empresarios se hacen de la vista gorda a dichas violaciones para aparentar que se encuentran al día, es decir, al son de las tendencias globales de los países de primer mundo.
Por otro lado, en ciertos casos si nos preocupamos primero en México por los derechos de los trabajadores posteriormente podemos introducir el desarrollo sustentable.
Hay una hipocresía (incluso cinismo) por parte de la clase política mexicana, tenemos presentes que las voces que han criticado al modelo económico actual, teniendo protagonismo la izquierda, obviamente citando a grandes investigadores dentro de la materia, pero principalmente su enfoque es para combatir la pobreza y la desigualdad social, pocos (o casi nadie) son los que observan el entorno y proponen nuevas ideas para cuidarlo.
Es decir, se supone que en México los que manejan un discurso de economía verde son los militantes y funcionarios del
Partido Verde Ecologista de México, pero han perdido credibilidad por la multa de daño al medio ambiente por repartir calendarios hechos con materiales no reciclables en tiempos, sobre todo con su propuesta de
«quien contamina paga y repara el daño», discurso utilizado por primera vez en 1972 por la
OCDE.
El Partido Verde no ha hecho nada por Mexicali y menos por Baja California, tienen una agenda similar a la de PETA (Personas para el Trato Ético de los Animales) de preocuparse por los derechos de los animales cuando no se respetan los derechos humanos en un país tan corrupto como México.
Se supone que le interesa la ecología, pero se preocupan por las mascotas, el año pasado se hizo una modificación al código penal para que cualquier persona que torture, mutile, viole o mate a un animal pueda ir preso, logro alcanzado por firmas recabadas en el sitio de Change.org, es decir, si antes uno podía cortarle las orejas por aspecto estético a un perro ahora puedes ir preso, curiosamente, todos los días en los hospitales se cortan prepucios por decisión de los padres, ¿acaso las otras especies disfrutan un beneficio que los humanos no tenemos? Y regresando un poco al punto de Change.org, el Partido Verde ha ignorado las firmas que piden que el INE le quite el registro.
Mexicali es una de las ciudades más contaminadas a nivel mundial y la número uno a nivel nacional según el
Instituto Mexicano para la Competitividad (Alto Nivel, 2013), pero como mexicalense me atrevo a decir que en años anteriores no habíamos tenido el problema tan palpable como en los últimos años, a tal grado que el mismo municipio en las últimas administraciones se han negado a la renta de suelos para venta de fuegos artificiales durante fiestas decembrinas.
Sin embargo, hay elementos de mayor peso que se encuentran el resto del año y uno de los 14 regidores se ha pronunciado al respecto. El gobierno a nivel estatal (Baja California) se ha preocupado en enfatizar que el problema es por parte de los automóviles y por ello la obligación a la verificación vehicular, no obstante, en Mexicali, solamente debemos salir a las calles y ver las avenidas principales para percatarnos de que los únicos vehículos que echan humo negro e incluso al pasar cerca de ellos cambia el aroma del ambiente son los autobuses del transporte público, pero claro, como tienen la concesión los amigos del presidente municipal ignoran el problema, lo peor es que el jefe de los transportistas presume de ofrecer un servicio de calidad.
Otro es problema de la contaminación generada por la geotérmica, a pesar de los estudios realizados que no han sido publicados de manera oficial, la indican como uno de los principales agentes contaminantes de la localidad. Un ejemplo más es
SuKarne, el poco control del excremento de tanto vacas como reces que emite gases contaminantes así como el de la misma fábrica son otro factor importante de contaminación.
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| Consejo de SuKarne |
No son casos aislados, desde administraciones anteriores se había hablado de situar a Mexicali como una ciudad industrial, por ello abundan tantas fábricas. Pueden ser dos cosas que no están funcionando: las fábricas no siguen las normas planteadas por el gobierno (y este asunto lo resuelve con tráfico de influencias y/o sobornos) o bien, los estándares de regulación de las mismas por parte del Estado no son eficientes.
Si abundan los parques industriales en Mexicali de multinacionales es principalmente por la mano de obra barata, no es de extrañarse que la carrera de moda hace un par de décadas fuera la ingenería industrial, pero por desgracia, se está saturando de profesionistas, por ello hay rotación de personal y despidos masivos.
Con lo mencionado anteriormente, podemos deducir que se tratan de jóvenes de la década de los 70's los dueños de las empresas que tratan solamente de producir y producir sin preocuparse por el medio ambiente y los derechos de los trabajadores, y que los mismos gobernantes y autoridades tienen esta visión obsoleta, he aquí evidencia del desarrollo desigual (O´Connor, 2003) que fomenta la perdida de suelos, ya sea por consecuencia de contaminar dicha zona o la erosión por su constante explotación y debo enfatizar el agotamiento de recursos naturales señalado por Ignacio García Domínguez (García, 1999).
Lo que se necesitamos es aplicar la equidad elemental a la que se refiere Thorpe y Aguilar (2010), pero nosotros como mexicanos tenemos una tarea más ardua que no es solamente convencer a unos gobernantes o empresarios, sino derribar la primera barrera que sería la apatía por parte de la población o del ciudadano promedio, si la mayoría ya tiene una conciencia por no contaminar podemos decir que tenemos un sector de la población de nuestro lado.
En caso de que existan ONG´s (organizaciones no gubernamentales) en nuestras localidades trabajar de manera conjunta, iniciar proyectos y plantearlos al Estado, es posible concientizar a todos las autoridades, podemos señalar que implementar el desarrollo sustentable traerá un beneficio evidente a la localidad, no solamente culpando la contaminación de vehículos, calentamiento global y el uso de cohetes, sino siendo rigurosos con las fábricas, ya sea en cuestiones de operación, creación de buenas plantas de tratado de desperdicios o cualquier otra medida que consista en reducir drásticamente los niveles de contaminantes.
Si nos percatamos de que no los convencemos porque tienen amigos que son dueños de fábricas podemos ser persuasivos diciendo que ganarán popularidad y la simpatía de la ciudadanía.
Ahora bien, podríamos trabajar en conjunto con arquitectos que contrata el gobierno para sus obras públicas y planear junto con ellos un proyecto que aparte de ser funcional sea verde, como aumentando el porcentaje de áreas verdes por proyecto en la ciudad.
Al final de cuentas, si todo esto no funciona, podemos comenzar trabajando en el sector privado invitando a jóvenes emprendedores inicien y se sumen al economía verde y al bio comercio, ese sería un inicio.
Bibliografía:
Ignacio García Dominguez, Ignacio. 1999. «Introducción A La Economía». Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias de L.
Mercado, Alexis. Córdova, Karenia. 2005. «Desarrollo Sustentable - Industria: Más controversias menos respuestas». Universidad Central de Venezuela, Centro de Estudios del Desarrollo, Caracas, Distrito Federal, Instituo de Geografía y Desarrollo Regional.
Thorpe, Aguilar 2010. «Los Modelos Económicos de Utilización de Recursos Naturales en Latinoamérica» en Ensayos de Economía.
O´Connor, James. 2003. «Desarrollo desigual y combiando y crisis ecológica» en Ambiente & Sociedade - Vol. VI.
Alto Nivel. 2013. «Las 10 Ciudades Más Contaminadas en México». Alto Nivel
Revista en línea obtenida de: http://www.altonivel.com.mx/38281-las-10-ciudades-mas-contaminadas-en-mexico.html el 25 de Septiembre 2013
Retes, Gabriel. 1991. «El Bulto» (película mexicana).
