El 25 de diciembre en el Vaticano, ante la asistencia de 50 mil personas que esperaban el mensaje navideño del papa Francisco, apareció una mujer con el torso desnudo con una consigna pintada en la espalda, mientras gritaba "Dios es mujer" intentaba robar la figura del niño dios que se encontraba en el nacimiento de la plaza.
Inmediatamente fue detenida por las autoridades mientras seguía gritando "Dios es mujer" una y otra vez. Se dice que la revoltosa pertenece al grupo Femen, un grupo que solamente se dedica hacer estragos en donde se manifiesta, desde simular masturbarse con un crucifijo hasta orinar alguna imagen.
Si Dios fuera mujer (como gritaba la feminazi) debe de odiarse a sí misma para hacerse sangrar por tres días y no morirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario