Decepcionante presentación de Ely Guerra en la FIL UABC 2018

Hace unas semanas, al enterarme de la presentación de Ely Guerra en la Feria Internacional del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California el 14 de marzo me emocioné, no la había mirado en vivo desde su última visita a Mexicali, allá por el 2008 y estuvo excelente, siendo honestos, casi me hizo llorar con "Angel De Amor".

Foto: Gisela Rodríguez

Aprovechando su visita, quise entablar contacto para poder entrevistarla, así que desde principios del mes le mandé mensaje a Twitter y a su página oficial de Facebook sin recibir ningún tipo de respuesta, está bien, soy un completo desconocido para ellos.

Llegó el día, fui con otros dos amigos al concierto y llegamos faltando como 5 minutos para las 8 de la noche (hora en que estaba anunciada su presentación),  nos dimos cuenta que comenzó puntual, la carpa estaba llena, esa pequeña área de sillas para alguien tan popular como Ely Guerra.

Aunque Ely ya no tenga un corte tan comercial, sigue teniendo una potente voz (a pesar de estar alarmantemente delgada) y un gran poderío en el escenario pero dejando a un lado las guitarras eléctricas o ese sonido alternativo que la caracterizaba.

Foto: Gisela Rodríguez

La capacidad del lugar estaba a tope y muchos se quedaron sin poder ingresar a esa área, digamos que fue el doble de gente de la que pudo estar dentro, la que se quedó afuera. Comenzó con "Mi Playa" pero con arreglo del "Origen", obvio, es la gira que trae ahorita, que consiste en un dueto entre ella y un pianista, suenan bien pero en mi opinión, esos arreglos no se prestan para un concierto en vivo en exteriores, es para algo más intimo sí, tal vez los organizadores pensaron así, para que lo disfrutaran solamente quienes estaban en las primeras filas.

Al tratar de acercarnos, tuve una maravillosa vista de Ely, así es, viendo una lona, las bocinas que son para los que estabamos fuera de la carpa no funcionaron durante las primeras canciones y las pantallas que estaban en el jardín para que pudieras gozar el conciertos eran tapadas por la gente o una palmera, pero ¿De qué servía ver la pantalla si ni podías escuchar lo que estaba cantando Ely?

Después de como la quinta canción les dije a mis camaradas que si nos íbamos porque no se puede disfrutar nada y estuvieron de acuerdo de inmediato, nos abrimos camino entre montones de mujeres solas y las que llevaban a la fuerza a su novio, recorrimos la feria del libro para sorprendernos con los sobreprecios y eso fue todo.

Un mal sabor de boca de lo que pudo ser una noche especial con Ely Guerra, que ahora se portó más como diva, lugar que se lo ha ganado aunque después de saber en que barrios vivió al llegar a la Ciudad de México, la podemos considerar un tanto alzadita.